Narrado por Estrella Alcorta Basterrica
Subia las ventanas del carro mientras mi padre se estacionaban frente a la casa de mi madre. Ella habia sido la afortunada de quedarse con la custodia de mi hermana y la mia. Mi padre, Esteban, bajo las maletas de nuestro ultimo viaje a Cancun, mientras yo entraba a mi nueva casa. En cuanto abri la puerta, mi madre vino hacia mi para abrazarme.
- Pero cuanto has crecido - dijo efusivamente - te extrañe tanto.
En ese momento dejo de abrazarme, por que mi padre entro a la casa lleno de maletas. La casa de mi madre se encontraba en Morelia, ya que a ella le encanta la naturaleza y para ella que tenia una casa cerca de un bosque y lejano a la ciudad, era lo mas pacifico que encontraba bello, aunque la mayoria no se lo recomendaban por los animales que habitaban alli.
- ¡Todo eso es tuyo! no hubieras traido tanto pudimos haber ido a comprar. - dijo ella reflexibamente.
Le sonrei timidamente, me sentia algo incomoda, por que a pear de que era mi madre, no la habia visto desde hace 10 años, que fue lo que tardo el juicio que llevaba el caso de mi custodia.
- ¿Porque no subes a ver tu habitacion? Apuesto a que te encantara, tal vez quieras ducharte.- dijo tratando de alegrarme.
En ese momento abri la boca para contestarle pero la cerre inmediatamente, porque bajo de las escaleras mi hermanastra Emilie, que habia llegado el dia anterior, ella tambien me abrazo.
- Hola Estrella, que bueno que llegaste- dijo ella con alivio.
Mi padre me ayudo a subir las maletas hasta la que parecia ser mi nueva recamara, no era mas grandes que las otras que habia tenido pero me resultaba extrañamente calida.
Mi padre deposito las maletas en el suelo y en mi nueva cama la cual parecia ser muy comoda. Me quede parada un poco desorientada, no podia cree que habia dejado a mis amigos y las comodidades de vivir con mi padre. Suspire y me puse a desempacar mis maletas tratando de ignorar a mi publico. Intente pensar en las cosas positivas: tendria a mi hermana Emilie conmigo siempre y mi madre me habia permitido quedarme con mi perrita, Luna, una French Puddle, amaba a esa perrita como a mi propia vida.
Cuando termine me di la vuelta para encarar a mi familia y les dije:
- Me gustaria tomar una ducha - con una voz sin emocion y deje ver solo mi cansancio tras un viaje largo. Lo bueno de esta habitacion era que al igual que las otras tenia mi baño propio, asi que tome la primera prenda que encontre en mi cama mientras salian de la habitacion.
Me dirigi al baño, llene la bañera de agua fria mientras me preparaba para la ducha. Al salir me cepille el cabello y me lo seque lentamente. Me vesti sin pensar. Mientra salia del baño me distraje con una foto de mi familia cuando Emilie y yo eramos pequeñas, yo obviamente habia cambiado, mis ojos azules comolos de mi madre y Emilie, mi cabello era rizado y de un color dorado y con unos mechones color cafe claro, ami lado estaba mi media hermana Emilie; ella tenia los ojos azules pero mas oscuros, su cabello era totalmente lacio y negro como la oscuridad, su boca era pequeña y delgada y sus ojos pequeños, su piel era clara de un tono que daba a entender que ella era casi güera, solo era como unos 4 cm mayor que yo en la estatura. Deje la foto en su lugar ya que sabia que mi madre entraria a la habitacion en cualquier momento incapaz de dejarme a solas un momento y no queria que me encontrara llorando. En ese momento alguien abrio la puerta ¿acaso no podian tocar?
Me di la vuelta.
- Toc, toc - dijo con voz juguetona Emilie
- Hola - dije con voz cansada
- ¿que tienes? ¿por que hablas asi? - dijo con voz preocupada - suena como si una aplanadora hubiera pasado encima de ti.
Suspire, que caso tenia ocultarselo a Emilie, ella seguro pasaba por lo mismo que yo.
- Es solo que me siento... algo... incomoda - dije ensimismada
- ¿Yo te hago sentir incomoda o mamá? Por que si es asi no hay problema - dijo burlandose - Se lo que sientes, yo siento lo mismo, solo extrañare a papá. El dice que me madre desea que este un tiempo con ella, que me quede por lo menos mi ultimo año y la univerisdad. Yo creo que es algo injusto pero el tiene razón.
Me di la vuelta, estaba demasiado cansada para hablar.
- Creo que mejor me voy a dormir ya - le dije aburrida.
- Esta bien.Solo te digo que mientras mas dificil lo hagas, mas te va a doler, trata de buscarle cosas positivas aunque no las hayan - respondio.
Me quede parada a la espera de que me dejara sola, de pronto estaba a mi lado y por sorpresa me dio un beso en la frente.
- Descansa, buenas noches y bienvenida a "casa" - dijo con una sonrisa
- Gracias
Ella salio de la habitacion con preocupacion, a veces o casi siempre, era maternal conmigo. Me meti a la cama, pero por desgracia no me dormi inmediatamente, no se cuanto tiempo estuve en silencio, tal vez fueron horas, no lo se, pero al fin de cuentas me quede dormida.
Fui recobrando conciencia hasta el punto de darme cuenta que estaba despierta, no sabia que hora era, debido a que mis cortinas estaban cerradas y eran lo bastante gruesas como para impedir que los rayos del dol entraran a la habitacion. Me baje de la cama de un salto, y me fui directo a abrir las cortinas, como lo creia era de mañana, el sol brillaba muy levemente. Se escucharan tres golpecitos a la puerta.
- Pasa - dije con la voz mas despierta que pude emitir.
Mi madre aparecio detras de la puerta.
- Anoche no cenaste, ¿vas a desayunar ahora?- insistio
- No tengo mucha hambre- replique
- Tienes que comer, recuerda que te faltan muy pocos dias para que entres a clases- dijo recordandome que el verano estaba por acabar.
- Bajare luego a desayunar- dije al fin
- Bien, te estaremos esperando - dijo contenta.
Cerro la puerta detras de ella.
Que bien. Me estarian esperando. Fui al baño, me lave la cara y me cepille, luego fui directamente al ropero y me cambie, me puse unos jeans y una blusa morada, baje las escaleras lentamente. Efectivente me estaban esperando, lo que menos deseaba.
- Por fin, si no bajabas me iban hacer esperar hasta morir de hambre - dijo Emilie.
Le sonrei timidamente, que amable era ella.
- Lo siento, crei que mamá no lo decia en serio - dije tranquilamente
- Espero que lo disfrutes - dijo mamá me sentaba al lado de papá que al igual que el de Emilie se habian quedado a dormir en la casa con varias habitaciones extras.
No lo puse mucha atencion a la comida, pero por la manera en que se la comian, debia de estar deliciosa. Todo el mundo se empezo a levantar de la mesa por que ya habian terminado, los imite.
- Pero si no has acabado, cariño - dijo mamá
- Es que no tenia mucha hambre - dije
Mi madre asintio lentamente pero su rostro reflejaba que no estaba de acuerdo.
- Oye Estrella, ya que hemos entrado a la escuela, ¿vamos de shopping? - dijo Emilie con una sonrisa en el rostro
- Yo preferiria salir a caminar, el dia esta bonito - le dije tratando de reflejar entusiasmo pero a juzgar por su rostro parecia que no lo estaba logrando.
- Esta bien, si asi lo prefieres - dijo ella volteando la cara. Le mostre la lengua. Salimos de la casa.
- Y exactamente ¿a donde quieres ir? - pregunto
- No estoy segura, me gustaria conocer el bosque - respondi
- Esta bien, pero con cuidado, puede haber animales peligrosos - dijo un poco preocupada por esa idea.
Nos adentramos por el sendero que conducia al bosque. Apesar de que el Sol se asomaba por las nubes, no se veia ni se escuchaba ningun animal. La presencia de las nubes comenzaba a ser mas fuerte. Y los rayos de luz desaparecieron rapidamente, el cielo comenzo a oscurecersa, debido a que unas nubes color purpura se extendian por el cielo.
- Si claro, bonito dia para pasear ¿no? - dijo mi hermana sarcasticamente.
- Tal vez... - unas gotas de lluvia interrumpieron mi frase y comenzaron a mojarnos a las dos - sera mejor que regresemos - dije apresuradamente.
- Vamos, ya que elegiste un excelente dia pra salir a pasear - respondia burlonamente.
Tratamos de regresar rapidamente, ya que la lluvia comenzaba a borrar el sendero.
- Demonios - murmure - el sendero se desvanece.
De pronto, no se como, pero resbalee y Emilie me ayudo a levantarme.
- ¿Que pasa? ¿Te lastimaste? - pregunto preocupada.
La sangre comenzo a salir de una parte de mi brazo derecho.
- Maldición - susurré.
Me puse la mano en el brazo para que la hemorragia parara.
- mejor apresuremonos - dije preocupada.
Comenzamos a caminar por el sendero ya borroso. Observe con alivio como la casa aparecia enfrente de mi, nuestros padres, incluso Luna en los brazos de mi papá nos esperaban en el poche de la casa.
- ¡Que bueno que llegaron! - dijo mamá aliviada
- Estabamos a punto de ir a buscarlas - dijo el padre de emilie con un paragüas en la mano
- Creo que tomare una ducha caliente - dije frustrada
- Estrella, sera mejor que cures el brazo, podria haberse infectado - dijo Emilie
- Tienes razón, pero antes tomare una ducha - replique
Llene la bañera de agua caliente mientras buscaba una ropa adecuada, ya que ibamos a ir a cenar para despedir a mi padre y al de Emilie. Su padre, Ernesto, se habia quedado a dormir al igual como mi padre po estas noches ya que luego emprenderian sus viajes de trabajo. Entre a la ducha con cuidado para no lastimarme mas el brazo, que comenzaba a dolerme. Termine poniendome un vestido que me llegaba a la rodilla, era rosado. Como estaba lloviendo y hacia frio me puse un abrigo de manga larga que me llegaba a la misma altura del vestido. Me maquille y tome una venda del botiquin que habia detras del espejo, y me fui vendando el brazo mientras salia del baño.
De pronto escuche que Luna comenzo a ladrar. Me asome a la ventana y la vi ladrando hacia el bos que en la oscuridad de la noche. Abri el primer cajón de mi comoda, y saque una lampra junto con un rociador de pimienta. Baje la escaleras con sigilo, abri la puerta principal de la casa, y me puse la capucha del abrigo antes de salir a la lluvia.
Camine hacia donde Luna estaba,me agache para desencadenarla de donde mi madre la habia puesto, y tome u correa para ponersela pero al momento que le quitaba la cadena, salio corriendo hacia el bosque.
- Demonios - pense - LUNA - grite.
Tome su correa y sali disparada hacia el lugar donde habia salido corriendo Luna. Mientras corria para alcanzarla, encendi l a lampara de mano. En el camino una rama rasgo la venda que traia en el brazo derecho.
- Auch - gemi.
senti que comence a angrar pero ignore la punzada del dolor y segui corriendo, ya que los ladridos de Luna empezaban a escucharse mas lejanos. Segui corriendo sin parar, apesar de los jadeos irregulares de mi respiracion. De pronto me di cuenta que me habia adentrado mucho en el bosque y los ladridos de Luna empezaron a oirse cada vez ma cerca hasta que la vi junto a un árbol ladrandole a la oscuridad, me acerque a ella y le puse la correa.
- No vuelvas a irte asi, ¿que no vez que es de noche y esta lloviznando? - la regañe.
Pero ella ni siquiera me miro, seguia concentrada en ladrar a la misma direccion. Alce la vista pero no vi nada, todo estaba envuelto en la oscuridad de la noche.
De pronto, un rayo ilumino todo. Me quede paralizada, muchas veces en mi vida habia sentido miedo, pero nada se comparaba con el terror que me inundaba en esos momentos. Observe completamente en estado de shock como un hombre me miraba a 3 metros de distancia. Senti como la correa de Luna se escapaba de entre mis dedos, a causa de que la perrita habia salido corriendo, yo aun seguia paralizada mientras oia que la perrita se alejaba entre aullidos.
Enfoque la lámpara hacia el sujeto que aun seguia alli. Pude observar como el era de una hermosura y palidez impresionante que nunca habia visto. Pero entonces mire sus ojos color rubi intenso y note que observaba mi brazo derecho, voltie para ver que era lo que lo atraia,entonces comprendi que el estado de hock habia hecho que me olvidara de la punzadas de dolor de mi brazo. Mire la venda que tenia manchas de sangre y luego lo mire a el que me obervaba con una repentina sonrisa que fue creciendo hata mostrar un monton de dientes afilados.
Grite del panico, pero el grito se fue ahogando hasta que no profiriera ningun sonido. El hombre desaparecio, voltie a los alrededores con la luz de la lámpara sin encontrar rastro de el. Me voltie a la derecha para volver a casa, y el aparecio alli.
Grite, pero esta vez fue fuerte y claro, solte la lampara del susto y con el golpe se apago y todo quedo sumido en una profunda oscuridad. En un instinto de supervivencia me agache para bucar la lámpara y al hacerlo senti un escalofrio y me percate de que habia vuelto a lloviznar. Senti el frio toque de la lámpara, la tome con las dos manos mientras me paraba, luego la prendi precipitadamente. Entonces vi que el comenzaba a caminar hacia mi, yo empece a retroceder para alejarme de el hasta que me di de espaldas contra un árbol, pero el siguio caminando.
Se situo a tan solo un metro de distancia sobre mi, en ese momento Emilie y Luna salieron de entre los arboles.
- Estrella, te estaba buscan...- dijo la voz de Emilie que quedo paralizada.
Pero yo no podia apartar la vita de ese hombre.
- Estrella - dijeron varias voces al unisono.
Cuando por fin voltie a ver a los recien llegados me di cuenta de que alli estaba toda la familia. El hombre al ver toda la gente se apresuro a tal grado que ni siquiera lo vi venir. Se abalanzo sobre mi y presiono su labios sobre mi garganta como si fuera a besarme pero no tuvo el mismo efecto ya que sus dientes afilados traspasaron la piel de mi cuello, la cual producia un dolor intenso. Grite de agonia.
Mi padre que ya estaba junto a nosotrosintento quitarmelo de encima pero fue en vano. Yo igual intente empujarlo. Al final elhombre me olto y e abalanzo contra mi padre. Me tambalie tratando de caminar y alejarme pero no pude llegar muy lejos que todavia podia observar como todos se abalanzaban contra ese hombre, vi que Luna me miro por un instante y luego salio corriendo. Los ojos se me comenzaban a cerrar y la ultima imagen que vi fue la de mis padres y los de Emilie estando tirado en el piso y sin vida. Observe como el hombre se abalanzo contra Emilie, y como llegaban otras cuatro personas, lo unico que supe fue que eran tres mujeres y un hombre.
Sus rostros me quedaron grabados pero en ese momento la oscuridad me inundo y no upe nada más.
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